Mito y Realidad sobre sueños

El Mito dice:

Cuando se sueña con algo que ocurrió durante el día, el contenido latente de ese sueño es prácticamente dicho acontecimiento.

La Realidad manifiesta:

La mayoría de las veces, los acontecimientos o los objetos que intervienen en los sueños son expresiones simbólicas que representan algo enteramente distinto de lo que suponen en la vida real. El subconsciente toma cosas de la vida real y las emplea como símbolos. Cierto que un objeto real no aparecería en un sueño si el sujeto no lo hubiera visto en estado de vigilia, pero el subconsciente expresa el problema de un modo diferente. El acontecimiento de la vida real actúa como un simple mecanismo disparador.

(Libro: “Sueños y Poder Psíquico” – Alex Tanous /Timothy Gray – Página 25)

Sueños Terapéuticos

Falta considerar otro tipo de interpretación. Este es la aplicación de los sueños para promover la salud.

En su investigación sobre la oniromancia en las civilizaciones arcaicas y en la antigüedad clásica para su Understanding of dreams, Raymond de Becker encontró que la “endoscopia”, como él la denomina, fue de utilización universal.

Quienquiera que temía que se le declarara una enfermedad o viera que los tratamientos al uso no daban resultado, podía intentar la “incubación” para inducir los apropiados sueños. La incubación se utilizó originalmente como medio para obtener toda clase de guía por parte de los dioses, acudiendo a dormir a algún lugar retirado, con la esperanza de que uno o más de ellos se aparecieran en sueños.

Con el tiempo, determinados lugares alcanzaron reputación como particularmente favorecidos por las divinidades; allí se edificaba un templo y se construían alojamientos donde dormir. Los dioses no se limitaban necesariamente a brindar recomendaciones terapéuticas, sino que algunos templos llegaron a identificarse con el procedimiento curativo mismo, bajo la égida de Esculapio. Y, aunque la índole exacta de los métodos empleados en ellos para inducir el sueño permanecen oscuros, es claro que la “endoscopia” era objeto de alta consideración aun por esos médicos de sólida cabeza que redactaron los tratados hipocráticos: “el conocimiento exacto de los signos que aparecen en los sueños – dice uno de ellos- resultará de gran valor para cualquier propósito”.

En los últimos años del siglo XIX parecía posible que por lo menos los médicos comenzaran a retomar seriamente los sueños como ayuda para el diagnóstico. Horace Hutchinson señala que se daba una explicación semicientífica, la misma que en uno de los tratados hipocráticos: que la psique, en estado de sueño, tiene acceso a un tipo de información que la mente vígil difícilmente puede alcanzar debido a las exigencias que le plantean las informaciones procedentes de los sentidos. Pero, pese a los esfuerzos de algunos médicos, especialmente de Maudsley, prevaleció el concepto mecanicista de la medicina y con él la disposición de los sueños.

(Páginas 199,200,201 Libro: “La Interpretación de los Sueños” – Brian Inglis- Ediciones Tikal)

 

¿Los animales duermen?

Sólo duermen los animales de sangre caliente, es decir, las aves y los mamíferos. Otros animales  -insectos, anfibios, reptiles- gozan a diario de fases de reposo durante las cuales la actividad y la sensibilidad sufren una disminución. Pero, hoy por hoy, parece dudoso que estos períodos de reposo estén relacionados con el sueño, es decir, que muestren un EEG (electroencefalograma: registro de la corriente eléctrica generada en el cerebro) específico de ese estado. Algunos investigadores han creído toparse con un proceso semejante al sueño; se trataría de algo *parecido*, ya que en sentido estricto el sueño se limita únicamente a los animales de sangre caliente.

Estos últimos, y sólo estos últimos, duermen. En la medida en que son diferentes, también es distinta la vida que llevan: activos durante el día, activos por la noche, o activos día y noche; constantemente amenazados por depredadores o ajenos a todo peligro, carnívoros o herbívoros; aclimatados a un biotipo determinado. Aunque cada uno ocupa un puesto diferente en la escala evolutiva, todos están hermanados por el sueño. Puede concluirse que este último satisface una función biológica vital; de lo contrario, la selección natural se habría encargado de eliminarlo allí donde supusiera una molestia inoportuna. E, igualmente, puede deducirse que existe relación entre el sueño y la temperatura sanguínea.

Siendo ambas suposiciones razonables, las dos se encuentran con dificultades a la hora de explicar las distintas necesidades y tipos de sueño de cada especie. ¿Qué función es ésta que deja satisfecha a una especie con dos horas de sueño mientras que exige veinte a otras?

De hecho, la duración del sueño es muy diferente según las especies.

 

Página 34 – Capítulo: - El sueño, ese dulce tirano- Libro: Dormir y soñar ¨La mitad nocturna de nuestras vidas¨- Dieter E. Zimmer