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La incubación de sueños

La incubación de sueños es una técnica onírica realizada desde la antigüedad, cuyo objetivo es la búsqueda de respuestas o manifestaciones que se ejecutan y se presentan en el sueño, mediante cuestionamientos previos, programados y ejercitados en un tiempo determinado.

 

Encontrando respuestas a preguntas que deseo conocer…

 

La incubación de un sueño está basada en la elaboración de preguntas, para que en estado onírico sean respondidas. En algunos casos las señales llegan a trasladarse al estado de vigilia a través de los sentidos.

 

Para incubar un sueño es preciso tener claro el camino que voy a tomar, referente al tema elegido; de igual manera tener presente lo que quiero obtener para enfocarme en lo que deseo cambiar, o transformar y no en lo contrario.

 

Incubar es iniciarse en el desarrollo de una tendencia antes de su plena manifestación; Cuando se habla de incubación, se habla de tiempo. Por lo tanto decimos que  éste es un ejercicio que se logra luego de crear un hábito y éste último se obtiene de 21 a 30 días calendario.

Si logramos reprogramar correctamente la nueva creencia, la siguiente vez que incubemos la misma cuestión, el sueño se aproximará mucho más al objetivo, seremos guiados hacia un futuro acorde con nuestros objetivos.

(Aportes Beatriz F. del Castillo Autora de ¨La clave está en tus sueños¨, Ed. Edaf. 2006)

Los seis (6) pasos para lograr la incubación de un sueño:

 

Incubar es extraer las respuestas que guarda tu corazón

 

  1. Intencionalidad

  2. Convencimiento

  3. Visualización

  4. Conector

  5. Continuidad

  6. Respuesta

 

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Toda acción genera un resultado. Si la acción (desde el pensamiento, hasta la ejecución) que tomamos va acompañada de una alta dósis de intencionalidad, el resultado se deja revelar en un menor tiempo.

 

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Realizar un ejercicio con inseguridad y miedo, hace posible que se nos sea negado el resultado. así que en el ejercicio de incubación es de vital importancia entregarse sin temores al hecho de convencerse que obtendremos un resultado, de lo que estamos haciendo sin esperar que sea de manera inmediata para no crear barreras, simplemente saber esperar a que nos llegue.

 

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La visualización es la manera de crear imágenes, situaciones y estados en nuestra mente. Visualizar lo que queremos alcanzar, es imaginar lo que deseamos como si dicha situación ya estuviera en nuestra vida, no como algo que quiero que llegue. Debe ser algo que ya veo en mi presente.

En este punto dibujo las imágenes o respuestas en mi mente, esas que deseo obtener.

                                                                                                                  

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Elaboramos una pregunta corta, clara, concisa y de fácil recordación que en nuestro proceso de visualización debe ser la misma cada noche, sin  transformarla. Se recomienda trabajar las primeras preguntas por separado, es decir no trabajar varias preguntas al tiempo. Una vez se cree el hábito de la incubación podemos realizar éste ejercicio en un menor tiempo. Podemos elaborar cualquier tipo de pregunta. No existe el límite en esto.

 

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“La constancia vence lo que la dicha no alcanza” Esta es la premisa para la obtención de resultados. Comenzar y no desfallecer, abrir un espacio en la agenda y determinarle, en lo posible un tiempo que  debe mantenerse. El tiempo siempre podrá ser mayor a quince (10 minutos) nunca menor.

Realizar el trabajo de repetición de la pregunta en palabras y en imágenes, por el tiempo que a se determinó para el ejercicio. (Diez, once, doce minutos, etc.)

 

Respuesta:

 

Una vez se revelen las imágenes en los sueños, debo proceder de manera inmediata a escribirlas, con el mayor número de detalles que recuerde. De los detalles que se hagan recurrentes en el resultado pasamos a evaluar los resultados.

Los sueños lúcidos

Hay otro tipo de sueños sobre el cual se conoce relativamente poco, pues sólo recientemente se han comenzado a someter a seria exploración. El tener conciencia, mientras se está soñando, de que “es sólo un sueño” constituye una experiencia bastante común, y probablemente siempre lo haya sido (Aristóteles lo menciona); pero el “sueño lúcido”, en el sentido de utilizar deliberadamente esa posibilidad, parece haber sido raro, aunque aparentemente lo manejan ciertos yoguis tibetanos, a quienes se alienta a aprender por propia experiencia, según Evans-Wentz en The Tibetan book of the dead (1927), “que el carácter de cualquier sueño puede ser cambiado o transformado por la voluntad de que así sea”.

En Occidente, el primero que exploró los sueños lúcidos fue el marqués Hervey de Saint-Denys, quien, siendo niño, descubrió que era capaz de ejercer cierto grado de dominio sobre sus sueños, y publicó en 1867, cuando tenía cuarenta y cinco años, su libro Les réves et les moyens de les diriger. En él describe el modo en que había aprendido cómo dictar a sus sueños, hasta cierto punto, el curso que debían tomar. Hervey no daba mucho pese a las posibilidades de aprovechar esa capacidad, pero aprendió a eliminar pesadillas diciéndose a sí mismo que no eran sino un sueño.

El libro de Hervey recibió poca atención. Frederic Myers no parece conocerlo cuando, en 1887, lamenta “que seamos demasiado indolentes para con nuestros sueños; que descuidemos preciosas ocasiones de experimentar, por falta de una dirección un poco resuelta de la voluntad”. Insistía  en que deberíamos considerar lo que querríamos poner a prueba en nuestros sueños; “cuando nos disponemos a dormir, deberíamos imprimir en nuestra mente que vamos a intentar un experimento, que vamos a transportar a nuestros sueños lo bastante de nuestro ser de vigilia para decirnos que son sueños, y para predisponernos a una imaginación psicológica”. Pero Myers reconocía que sólo rara vez había logrado influir sobre el curso de sus sueños; y en su obra póstuma, Human personality (1903), no vuelve a insistir sobre el asunto.

Libro: “La Interpretación de los Sueños” – Brian Inglis – Tikal Ediciones – Página 175-176

Los sentidos en los sueños

Cuando entramos a nuestros sueños, todos los sentidos se transforman, teniendo una alta dosis de sensibilidad. Es precisamente allí donde podemos ver más, escucharlo todo, oler, tocar, saborear y sentir lo que queramos en su esencia pura.

Cada sentido, en la media en que se perciba mientras soñamos, está representando algo positivo o negativo para nosotros.

Cada sentido tiene su propio lenguaje y nos transmite señales de diferentes tipos. Si cuando recibimos dichas señales, nuestra reacción en el sueño es de rechazo o de aprobación podemos afirmar lo que aprueba o desaprueba el soñador sobre algo en particular. Si por el contrario, lo que se recibe nos gusta y nos ofrece bienestar, está creando anhelo y deseos alrededor del tema del que se hable en el sueño-

Recordemos que un símbolo solo nos dará una fracción muy pequeña del mensaje que se enlaza en el sueño. Cuando aprendemos a manejar todos los símbolos en conjunto, podemos apreciar claramente el mensaje y sus recomendaciones para nosotros.

Interpretación personalizada de sueños

Empecemos a conocer tus sueños…

 

5 Pasos para aprender a registrar tus sueños

1 Atrápalo

El ejercicio parte del hecho de escribir el sueño, una vez estemos despiertos. El sueño que se escribe, es un sueño que se atrapa. Toma lápiz y papel y escribe la fecha de tu sueño. Este ejercicio no puede realizarse en cualquier momento. Una vez te levantes y en un tiempo no mayor a 10 minutos, intenta haber registrado todo el sueño. Luego pasa a relatar todos y cada uno de los aspectos de tu sueño. Todo absolutamente todo cuenta. Nada está de más ni nada es menos. Registra todo lo que recuerdes. Si tienes algún tipo de inconveniente para escribir, puedes grabar todo tu relato.

Define el tiempo

 

Es fundamental definir el tiempo en que se desarrolló el sueño. Escribir la fecha del sueño o de los sueños que aparezcan y diferenciar los tiempos entre un sueño y otro. Esto ayudará a definir si el tema que se describe en tu sueño está más enfocado en aspectos de tu día a día o si por el contrario, el sueño hace parte de otra categoría. Si te demoras en registrar tu sueño en el papel o la grabación, vas a perder el recuerdo del sueño o peor aún de los detalles del mismo. Estos son la materia prima de toda interpretación.

3 Detalla

En los detalles está la clave

 

Posteriormente describimos cada una de las escenas oníricas que recordemos, con el mayor número de detalles posible. Es importante que escribamos sólo lo que recordemos y de las características descritas, tengamos presente las personas, los lugares, los colores, las posiciones, la iluminación, el horario de la película del sueño, animales, objetos, texturas, olores, sonidos, escritura, personajes, números, expresiones, emociones y sentimientos entre otros.

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4 Ordena

El orden cronológico es muy importante

 

El orden en que vayan las escenas de nuestro sueño es clave. Aunque parezca una locura el orden del recuerdo, no lo alteres, recuerda que los sueños no tienen lógica y en ellos todo es posible. Cada detalle cuenta a la hora de registrar un sueño por más pequeño, loco e insignificante que parezca. En la última parte del relato, debemos registrar esa última escena con sumo detalle y claridad hasta donde la recordemos. La primera escena como la última son determinantes a la hora de interpretar un sueño. Recordar el sueño no contempla adicionar suposiciones.

5 Revisa

Repasa el sueño e incluye lo que impactó a tus sentidos

 

Cada uno de nuestros sentidos, atrapa un recuerdo que es preciso registrar. Ese recuerdo puede ser de sólo imágenes o de sonidos acompañados de sensaciones y sabores o cualquier otro sentido solo o en conjunto. Sólo debes repasar tú sueño y en ese estado de observación, encontrarás el sentido o los sentidos que más sobresalieron.

El sueño que se registre debe ser propio ya que los sueños sólo le pertenecen al soñador. El sueño prestado que se describe, no tiene eco ni resuena para el soñador. Los intermediarios creen la mayoría de las veces conocer los sueños de sus allegados por lo que escucharon de estos, pero en realidad contaminan la información. Cuando alguien sueña cuenta su sueño, cuenta detalles especiales que otros no saben describir. Una vez escribimos el sueño, este queda atrapado y listo para ser interpretado en cualquier momento. 

Los sueños: “Manantial infinito de posibilidades para ser, estar y mantenerse bien consigo mismo y con los demás”.

 

Conociendo tus sueños te conocerás aún más

Con los sueños sabemos los mensajes y las respuestas que nuestro inconsciente desea entregarnos. Además encontramos las ayudas y los ejercicios para trabajar aspectos de nosotros mismos; esos que requerimos mejorar o reforzar. La información sobre lo conocido, aportes, simbología, premoniciones, mensajes de quienes ya no hacen parte de éste mundo físico, curiosidades y mucho más, es lo que encontraremos en éste tema.

 

Vivimos gran parte de nuestra vida soñando

El universo onírico es infinito y contiene una gran cantidad de información que se almacena y se dispone para nosotros. Cuando escribimos los sueños de forma inmediata, tendremos la capacidad de capturas detalles sensibles que aún navegan en nuestra superficie o frecuencia soñadora y deben ser atrapados cuanto antes ya que la naturaleza del sueño es olvidarse a los pocos minutos de su recordación.

 

Ese lugar donde pasamos las tres cuartas partes de nuestra vida es una realidad existente donde nos relacionamos con muchos temas, nos mostramos tal cual somos y donde ningún tipo de obstáculo es tan grande y poderoso para ser feliz.

 

Sueña para vivir cada vez mejor

Se apagan las luces y se enciende nuestra actividad onírica. Descúbrela conmigo y aprendamos a navegar por tus sueños.

Felices sueños y recuerda que aquí estoy cuando lo necesites!!

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